Desde la entrada en vigor hace un año de la normativa que regula el uso de los drones, la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) ha registrado 335 operadores de menos de 25 kilos al despegue. Pero, al mismo tiempo, también crecen las infracciones: si en 2014 se abrieron 75 expedientes sancionadores, en lo que va de año ya son 75.
El creciente interés de los drones es evidente. El auge del sector se evidencia en el aumento de operadores habilitados y de cursos de pilotos de drones, tal y como aseguran desde AESA. La pregunta ahora es, en cualquier caso, si no estaremos ante otra burbuja tecnológica.
Los operadores de drones de 25 kilos o menos no necesitan una autorización de la agencia, pero sí tienen que presentar una declaración responsable asegurando que cumplen todos los requisitos que marca la ley. A día de hoy, se han presentado correctamente 335 declaraciones responsables, sobre todo para realizar fotografía aérea (fotogrametría), según informan desde la AESA.
La mayoría de las declaraciones presentadas han sido para realizar fotografía aérea
«La regulación de los drones ha respondido a la necesidad de establecer un marco jurídico que permita el desarrollo en condiciones de seguridad de un sector tecnológicamente puntero y emergente», aseguran fuentes de la agencia.
Además, AESA también ha autorizado a 67 operadores para realizar vuelos de prueba, demostración o investigación en espacio aéreo no controlado dentro del alcance visual del piloto o en una zona de espacio aéreo segregado al efecto. Asimismo, hay dos operadores de más de 25 kilos que han solicitado autorización para realizar vuelos más allá del alcance del piloto.
«Otra muestra del crecimiento y expansión del sector», afirman desde la agencia, es el incremento de cursos de pilotos de drones. Solo pueden impartir cursos para obtener los certificados básico y avanzado para pilotar drones las organizaciones de formación (ATO) aprobadas por AESA. En la actualidad, hay 56 ATO —de las 98 autorizadas— que han notificado que van a impartir cursos de pilotaje de drones.
Aumento de las irregularidades
Pero el desarrollo del sector también ha venido acompañado de un incremento de las irregularidades. En un año, AESA ha tramitado 75 propuestas de expedientes sancionadores, 13 en 2014 y el resto en los primeros seis meses de 2015. La mayor parte por el uso irregular de drones en zonas urbanas y pobladas y sobre aglomeraciones de personas.
El desarrollo del sector ha venido acompañado de un incremento de las irregularidades
La nueva normativa estudia permitir lo que desde AESA denominan «escenarios operacionales adicionales», entre los que destacan el vuelo en zonas urbanas, «siempre y cuando tengan los permisos necesarios y cumplan las medidas adicionales específicas de seguridad»: aeronaves de hasta 10 kilos a una distancia máxima del piloto de 100 metros y de una altura máxima de 120 metros, «en zonas acotadas o a una distancia de seguridad de edificios y personas».
Por otro lado, también se estudia la posibilidad de permitir que aeronaves de hasta 25 kilos al despegue puedan volar en espacio aéreo no controlado más allá del alcance visual del piloto, siempre y cuando cuenten con los sistemas de seguridad adecuados.
Regulación europea en 2016
Los principios fundamentales que rigen la normativa española son los mismos que regirán la regulación europea, prevista para 2016, y que se acordaron en marzo de 2015 en la Conferencia de Riga. Estos principios, básicamente, buscan facilitar el crecimiento de este «prometedor» sector, pero siempre «garantizando la seguridad de las operaciones y bienes en tierra».
Otros de los principios de la declaración de Riga —que ya contempla la legislación española— es que los drones necesitan ser tratados como nuevos tipos de aeronaves con reglas proporcionales basadas en el riesgo de cada operación, y que «el operador de un avión tripulado por control remoto es el último responsable de su uso».
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