Con un volumen de negocio de más de 2200 millones de euros, el pasado año la inversión inmobiliaria aumentó en Madrid un 74% y casi se multiplicó por tres en Barcelona. Aunque los mercados secundarios europeos siguen muy afectados por la crisis económica, se prevé una leve mejoría para este año, pero la brecha entre Francia, Alemania e Inglaterra y el resto de países europeos sigue aumentando.
Según un estudio de la consultora BNP Paribas Real Estate, parece que los inversores vuelven de nuevo sus ojos a las mercados que, detrás de Inglaterra, Alemania y Francia, forman el segundo nivel en Europa: Varsovia, Dublín, Ámsterdam, Milán, Barcelona, Roma, Madrid, Bruselas, Luxemburgo y Bucarest. Con algunas excepciones, «es muy posible que estos mercados hayan alcanzado el punto más bajo en términos de rentas y el más elevado en tasa de disponibilidad, dado el escaso volumen de promoción pasado en desarrollo».
En este sentido, es interesante destacar que la distancia entre la rentabilidad de las oficinas en los mercados principales y la de los mercados secundarios es más amplia que nunca: a finales de 2013 alcanzó un máximo histórico de 160 puntos básicos (en 2007 era de 45). A pesar de estos datos, ha aumentado la confianza en los mercados secundarios, tal y como reflejan algunos indicadores económicos, como el «creciente interés mostrado por los inversores foráneos —en palabras de Céline Cotasson-Fauvet, analista sénior de estudios de mercado de BNP Paribas Real Estate—. En 2013, el 70% del volumen de inversión fue realizado por inversores transfronterizos, frente al 46% de 2009. La mayoría de los inversores transfronterizos provenían de la eurozona y de Norteamérica».
El pasado ejercicio, los diez mercados secundarios sumaron una contratación de 2,3 millones de metros cuadrados, lo que supone un ligero descenso del 3% en términos anuales. La ocupación de oficinas, pese a las nuevas promociones, «se encuentra prácticamente congelada», por lo que aún se dan «correcciones a la baja» de las rentas en los mercados con mayor incremento de las tasas de desocupación.
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