«A la hora de recortar costes, o bien se modifica la estructura del producto o se busca la rebaja en la logística en la amplitud de toda la cadena de suministro. Aquí es donde entra la colaboración supply chain entre empresa, cliente y proveedores. Incluso con la propia competencia. Pero aún no estamos preparados para este tipo de colaboraciones, cuando, por ejemplo, una empresa de gran consumo no permite que en el mismo camión viajen productos de su competencia, aunque coincidan en el lineal», afirmó el director de Formación de la Fundación ICIL, Luís E.Doménech, en la jornada «Supply chain management, ¿mito o realidad?», celebrada el pasado 13 de abril en Madrid y organizada por la Fundación ICIL.
Luís E.Doménech aseguró que «en España solo conozco 20 compañías, pequeñas y medianas, que han implantado la colaboración de supply chain, a diferencia de Estados Unidos y Reino Unido, por ejemplo, donde son una realidad desde hace varios años y registran ahorros en los costes logísticos de entre un 20% y un 25%. Si queremos competir en la economía globalizada tenemos que entrar en la dinámica de colaborar para reducir costes hoy, no tenemos que esperar años. Este es el auténtico reto, y por eso tenemos que hacer gestiones innovadoras y colaborativas».
El director de Supply Chain de Grupo Mahou-San Miguel, Miguel Ángel Miguel, matizó: «La supply chain no es un mito, hemos mejorado en los últimos años. Para mí, en España es una realidad en construcción. En este sentido, tenemos que tener muy claro, a la hora de colaborar entre dos empresas, estas tres variables: más por lo mismo; más por más y más por menos (profesionales logísticos). Lo que yo no acepto nunca es hacer menos por menos. Hay compañías que venden costes y otras que venden marcas».
Miguel Ángel Miguel señaló la colaboración interdepartamental: «Internamente, en las empresas hay un gran potencial de colaboración entre los diferentes departamentos. Antes de mirar fuera de la empresa, tenemos que mirar dentro las posibilidades de colaboración». Miguel se mostró a favor de apostar más por la diferenciación del producto e incrementar la competitividad y el valor añadido: «Por cierto, he viajado a Alemania, donde el cuarto de palé empieza a tener relevancia. Aquellos que tengan los almacenes exclusivamente diseñados para palés completos y media paleta, como el cuarto de palé se consolide van a tener un problema».
Por su parte, Ricardo Catelli destacó: «Es evidente que el consumidor ha cambiado y lo que necesitamos implantar son nuevas estrategias de procesos basadas en la innovación. El coste es un medio, no un fin. La reducción de costes debe significar también aporte de valor y la mejora de la calidad de forma constante. En cualquier caso, las grandes soluciones y estrategias hay que saber adaptarlas al perfil de cada compañía de forma muy específica y concreta».
Javier Escobar, miembro del Comité de Formación ICIL, apuntó: «Hay que tener clara la definición de supply chain y lo que significa implantarlo. Cada vez tenemos más tarjetas de visitas como director de supply chain, pero en cada empresa supone algo diferente. En definitiva, la logística es volumen, si tengo volumen tendré unos costes competitivos. Si para tener volumen tengo que colaborar con la competencia, no entiendo cuál es el problema. La supply de verdad es la que permite entendernos a lo largo de toda la cadena de suministro con los clientes, pero también con otras cadenas de valor, tanto proveedores como competidores».
Siguiendo con las definiciones, la Fundación ICIL recordó la de logística integral: «Gestión del flujo de materiales y productos de la empresa desde los proveedores hasta los clientes, de forma que se consiga llegar al cliente cuando se necesita con el menor coste integral. Antes de llegar a este concepto, la logística de las empresas solía diferenciar entre logística industrial y logística de distribución. Actualmente, la logística integral distingue los procesos de aprovisionamiento, producción y distribución».
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